Aprovechando que mis hijos están en casa, y están serviciales (cosa rara), nos hemos dedicado en familia al jardín, el adúltero esta gruñendo porque es su coto privado, pero a mí también me gusta tener florecillas.
Como sabeís yo no soy una ama de casa, al uso, de hecho odio estar en casa, y lo del jardín tampoco es mi fuerte, así que me he pillado por banda a los chicos y me han segado el jardín, me han quitado las malas hierbas, lo del fumigado se lo dejamos al adúltero.
Este invierno, hicimos un experimento y dejamos varias plantas fuera, tapadas con plásticos, en uno de esos días de viento, se levantaron y algunas plantas no superaron las heladas, y entre
ellas se murió una de mis favoritas, la strelizia o ave del paraíso.
Es una planta típica de Canarias, y yo soy una enamorada de las islas afortunadas.
Así que he decidido volver a plantarla con unas semillas, que me traje de un viaje. Es una planta dificil, teniendo en cuenta el clima de Madrid, pero tengo esperanza, ya os contaré si germinan las semillitas.
Yo otra cosa no tendré, pero una paciencia ilimitada.
Además de la strelizia, tengo dragos y un banano, que aún con los plásticos, también han sufrido los suyo, pero se van recuperando, así que este invierno, vuelven a casa, como lo hemos hecho siempre.
El resto de las plantas, siguen brotando como es lo habitual, ahora sólo queda esperar que den sus flores, y me alegran la vista.
